Perdonad que no haya publicado nada estos días, pero es que estoy super liada con un encargo de galletas para boda con la forma de una pareja, que las tengo que hacer totalmente a mano sin ningún molde, así que imaginaos.
Aprovecho un hueco para enseñaros una tarta de boda que hice el fin de semana pasado aquí en Chiclana.
Carmen y Manolo se casaron el 6 de julio en Chiclana. A Manolo le encantan las motos con sidecar, de hecho tiene dos, así que Carmen quería que la tarta fuera un sidecar derrapando en una rotonda! Como Manolo nunca la deja conducir, decidimos que ella «conduciría» y que a él lo pondríamos llevándose las manos a la cabeza; así que puse una señal de STOP tirada en el suelo como si Carmen se la hubiese llevado por delante, jajaja.
Hacer el sidecar derrrapando…. complicado, pero hacer el sidecar con ellos dos dentro, más complicado aún! Tuve que imprimir varias fotos para que fuera lo más real posible, y estuve modelando toda una mañana!
La rotonda y las flores eran más sencillas de hacer; para la tierra dejé el bizcocho a la vista, ya que quedaba más real que cubriéndolo con fondant. Y quise poner las indicaciones de donde se celebraba el banquete, situando la rotonda en Los Gallos, que es por donde ellos viven.
La tarta tenía varios sabores: una mitad era bizcocho de vainilla con crema de limón, y la otra, bizcocho de chocolate con crema de chocolate y crema de dulce de leche en capas intercaladas.
Como detalle quisieron regalar unas galletitas de novia y novio, Carmen para las mujeres y Manolo para los hombres.