Rocío quería una tarta para la reunión mensual con sus 12 amigas. Se conocen desde la universidad y siguen viéndose desde entonces, ¡menuda pandilla!
Ahora tienen todas unos 60 años, así que Rocío quería algo que simbolizase la vida que les espera tras la jubilación: playa, cócteles, relajación, lectura… y por supuesto, ¡las 13 juntas!
De ahí que haya trece toallas, una para cada una, con su nombre escrito: Rosa, Elena, Meme, Maruja, Mª Luisa, Chiqui, Leti, Lourdes, Mª José, Emma, Carmen, Pili y Rocío.
¿Qué os parecen las tumbonas de galleta, la sombrilla, el chirinquito…? También había revistas, un libro, unas chanclas, unas palas… y hasta una hoguera!
No faltaba un perejil y es que Rocío quería una tarta «muy lucida». Así que puse todo lo que se me ocurrió y me quedé esperando a ver qué me decía al hablar con ella por la noche, y me quedé muy tranquila!! me dijo que les había encantado a todas, que estaba muy rica y que mil gracias!
Mil gracias a tí Rocío, me alegro de que os gustase y ¡enhorabuena por una amistad tan duradera!
Era un bizcocho de vainilla con dos rellenos: crema de limón y merengue italiano.
hola Marta….qué xula la tarta…y vaya trabajazo…¡toallas personalizadas!… besosss
gracias Concha! sí, tenían que estar todas las amigas presentes en la tarta!!