Para hacer esta tarta me fui a Madrid… os cuento! Durante la Semana Santa mi madrina estuvo de visita con una amiga suya, Chusa, y yo tenía el encargo de las galletas de vela. Así que vieron todo el proceso de elaboración y decoración, a la vez que comentaban los detalles de la súper fiesta por el 60 cumpleaños de Chusa y su jubilación, a la que iban a acudir todos sus amigas de todas partes de España. Fue cuando a Chusa se le encendió la bombilla y me dijo: «oye, por qué no haces tú mi tarta???» y yo corriendo le dije que sí, porque además mi madre y yo teníamos pensado ir, así que fue la excusa para decidirnos!
Entre paso y paso, cuando Chusa no estaba, mi tía y yo fuimos decidiendo los detalles de la tarta y llegamos a la conclusión de que queríamos algo que significase relax total! después de tantos años trabajando, lo que le toca ahora a Chusa es viajar, ir a la playa, a la montaña… así que de ahí todos esos elementos, y ella tumbada con los pies en remojo y muy importante, el super movil que le habían comprado entre todos sus amigos, de estos de ultimísima generación! Y como véis, su nombre imitando al cartel de Hollywood 😉
Era una tarta gigantesta, como para 60 personas, la hice tan grande porque no quería que faltara!! ya que en verdad éramos unos 40; el bizcocho era de vainilla y el relleno crema pasterlera de limón y merengue.
Cuando sopló las velas, una de sus hijas se comió un pie! jajaja, y otro invitado un trozo de gafas, la dejaron a la pobre… Y así quedó la tarta al cortarla después de comer; luego con las copas cayó bastante más…
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