En la tarta de comunión de Diego aparecía él, vestido de marinero, sentado con un balón, una biblia, un rosario… y un angelito con la bufanda del Betis.
Ana, su madre, quería que apareciera algún detalle de fútbol, pero preservando el carácter de tarta de comunión, así que por eso puse solo un balón pequeñito.
Por dentro era un bizcocho de vainilla con crema pastelera.
Ana me escribió tras la Comunión y me mandó fotos de la tarta, y de la mesa de dulces que le montó una amiga, chulísima!
Además me puso esto: «Todo fantástico. La tarta buenísima, no ha sobrado nada y tuvimos para todos los que quisieron probarla. Muchísimas gracias por todo. Ya te encargaré más cosas»
Y así fue, porque la semana hice una para el cumpleaños de su marido.
Qué bien!!!
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